felicidad

las lágrimas de miel
ya no derivan en cuchillas envenenadas
el miedo es sólo un mal recuerdo
y la sangre jamás se diluye del todo

el destino me llama hace tiempo
pero a veces me encuentra bruto como un loco

la sangre, la sal y la arena
pasaron hace tiempo ya por debajo de este puente;
yo estaba allí, descalzo sobre el piso seco
mi ángel sobrevoló mi órbita vacía
y me acarició con sus prístinas alas
me invitó a una fiesta en jardines colgantes
se celebraba un nuevo año chino en taiwán
y sólo me deje llevar por sus suaves y puras manos

como dijera antes,
hoy empieza un nuevo final,
no tengo vergüenza alguna en admitir
que en este precioso instante
no podría importarme menos
el derrumbamiento del mundo
el desarme nuclear
la llegada del anticristo
y el final de los tiempos

esta mañana ella duerme entre mis brazos
encariñándome en sus sueños turquesas

el presidente de la república
me espera en el teléfono

pero yo estoy muy ocupado
contando los lunares de nadir


huaraz, 1 de enero de 2010